La gastronomía rural como motor de identidad y desarrollo local

Nacho Manzano y David Yárnoz compartieron sus trayectorias y experiencias en la transformación de sus restaurantes familiares, Casa Marcial en Asturias y El Molino de Urdániz en Navarra, en destinos de alta cocina reconocidos a nivel nacional e internacional. Ambos chefs destacaron cómo han logrado elevar la gastronomía de sus regiones, fusionando la creatividad con la tradición culinaria local, lo que ha permitido poner en el mapa a sus pueblos y atraer a un público diverso.

Se debatió la importancia de la gastronomía como motor de desarrollo comunitario, resaltando cómo sus restaurantes han generado un impacto significativo en la economía local, creando empleo y fomentando el turismo. Manzano y Yárnoz reflexionaron sobre los inicios de sus proyectos en un contexto donde la alta cocina no era tan valorada en sus respectivas regiones, enfrentando desafíos como la resistencia inicial de la comunidad y la dificultad de atraer clientes en áreas rurales.

Ambos chefs también abordaron la presión que conlleva recibir reconocimientos como las estrellas Michelin, y cómo esto ha influido en la evolución de sus cocinas y en la relación con sus clientes. A pesar de los altibajos, enfatizaron la importancia de mantenerse fieles a sus raíces y a la calidad de los productos locales, lo que les ha permitido construir una identidad sólida y diferenciada.

La mesa redonda también destacó la importancia de trabajar en un entorno familiar, donde la lealtad y el apoyo mutuo han sido fundamentales para el éxito de sus negocios. Manzano y Yárnoz coincidieron en que la educación y los valores transmitidos por sus padres han influido en su enfoque profesional y en la forma en que gestionan sus restaurantes.

Finalmente, se enfatizó en la necesidad de fortalecer la colaboración con productores locales, quienes son considerados guardianes de las tradiciones y productos de la región. Ambos chefs abogaron por la creación de modelos sostenibles que permitan a los emprendedores rurales prosperar, enfatizando que la gastronomía no solo es un negocio, sino una forma de promover la cultura, la identidad y el desarrollo social de sus comunidades. La mesa redonda concluyó con un llamado a la acción para que los jóvenes emprendedores consideren el potencial de la gastronomía rural como una vía viable para su futuro profesional.